México.- No convencen los primeros resultados ofrecidos por la Procuraduría General de la República (PGR) en cuanto a que la explosión en el edificio B2 del Complejo Administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) que ha ocasionado 37 muertos fue a causa de una acumulación de gas “posiblemente de metano”.
Fueron académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expertos en seguridad, ingeniería y protección civilquienes levantaron la ceja sobre la declaración externada por el procurador general Jesús Murillo Karam, quien además aseguró que en el lugar de la tragedia no se hallaron rastros de explosivos.
"Basta conocer las propiedades de dicho gas para descartar que se trate de la causa. Lo único que podemos afirmar sin mayor dificultad es que no se trata de gas metano; no sabemos qué sustancia es, pero ese gas, no", apuntó Guillermo Garduño, experto en seguridad.
Al diario La Jornada, explicó que el gas metano es resultado de un proceso de descomposición de materia orgánica, que no tiene color ni olor, y que cuando se emplea comercialmente se debe añadir cierto hedor, que es el que conocemos, a fin de advertir si hubiera alguna fuga. “Es una sustancia flamable y explosiva”, precisó.
En el percance del edificio de Pemex "no hubo flamazo; si el gas metano hubiera sido la causa se hubiera producido un incendio monumental; la humareda producida hubiera sido enorme y las víctimas hubieran ardido, pero ningún herido está quemado”, señaló.
En este contexto, el académico dijo que las versiones oficiales "terminan siendo una ofensa para la inteligencia de cualquiera" y que "más que respuestas, dejan muchas, pero muchas dudas".
Sobre el mismo asunto opinó Raúl Lugo Leyte, investigador de la división de Ciencias Básicas e Ingeniería de la unidad Iztapalapa de la UAM, quien explicó que debió tratarse de unos 6 mil metros cúbicos de gas metano para causar esa explosión, y descartó que éste pudiera acumularse sin que nadie se diera cuenta.
Dijo que aunque no conoce las instalaciones de Pemex, “podemos estimar que para una explosión de esa magnitud debió concentrarse demasiado gas, y eso tarda varios meses’’, dijo.
El experto no consideró probable que ello hubiera ocurrido sin que se percatara la gente, principalmente el personal de mantenimiento.
En cuanto al argumento de autoridades de la PGR de que la acumulación de agua y basura dio pie al exceso de gas, apuntó que tendría que ser bastante basura para que se diera un proceso de lixiviación y se formara el biogás.
“Estamos hablando de toneladas, prácticamente de un relleno sanitario”, y en consecuencia los malos olores se hubieran detectado, destacó.
Para Delfino Hernández, geólogo especialista en protección civil, no se debe descartar la posibilidad de un atentado, porque “los edificios se truenan de esta manera, aunque digan lo contrario, cuando hay ondas expansivas, las cuales se dan a través de explosiones por dinamita, pero según ellos no hay evidencia”, cuestionó el académico.
En este contexto, especialista vio extraño que, partiendo de que se trate de una acumulación de gas metano, la empresa que venía haciendo los trabajos de mantenimiento no se hubiera percatado que abajo había tal cantidad de la sustancia.
“La expansión de la explosión fue considerable y para ello debió haber una concentración masiva de gas con mucha presión y eso debió tener meses de estarse acumulando”, puntualizó.
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